Segue outro extrato do artigo: "Diplomacia Amazônica: o fim do tratado de cooperación amazônica" do Prof. da Universidade Central de Venezuela (UCV) Alírio Martinez. O Blog apenas selecionou os parágrafos.
En resumen, y revisando el contenido de las ideas manifestadas en las reuniones de cancilleres, ministros, técnicos e investigadores de los organismos públicos pertenecientes a los países signatarios del Tratado, así como la ejecución de proyectos de importancia en la región durante estos 30 años de vigencia del TCA, el balance es absolutamente pobre. No existe una institución, mecanismo, proceso o norma de carácter panamazónica de alcance estratégico que haya nacido desde el TCA.
No es que no se han reunido los representantes de los gobiernos, y no se hayan creado algunas instituciones y procedimientos en estos años con el fin de consolidar el pacto amazónico. Lo criticable es que se proponen ideas y luego no existe ningún interés por parte de los gobiernos en que éstas se desarrollen. Una mirada superficial a los documentos y actas surgidos de estos encuentros daría la impresión de estar frente a una organización con vitalidad, credibilidad y eficiencia en la región, y no es así.
En estos treinta años se han reunido nueve veces los cancilleres o sus representantes (la última fue en el 2005) y dos veces los presidentes (la última fue en 1992), unas tres reuniones de ministros sectoriales y varias reuniones de las Comisiones Especiales Sectoriales que convocan a técnicos, formuladores de políticas públicas, científicos y académicos relacionados con la extensa y variada temática amazónica. El resultado final de reuniones en los más distintos niveles jerárquicos y con propósitos diversos, es altamente insatisfactorio.
De las actas que anotan las recomendaciones y sugerencias propuestas por cancilleres y ministros, para ser ejecutadas en la amazonia internacional, dos ideas son perfectamente destacables en estos documento: Siempre se repiten las mismas aspiraciones y principios políticos que suelen derivarse –según los actores del momento – del TCA, y en torno a los cuales debe existir consenso entre los países. No existen discusiones políticas de fondos que redimensione y coloquen al TCA en la coyuntura mundial y regional.
Y cuando se intenta una estrategia con este fin, surge -normal en estas instituciones -la disidencia de alguno de los países. Lo que no debe ser normal es el que inexplicablemente no se le de continuidad al debate sino que se archiva. Esta forma de encarar los procesos de decisión política, terminan debilitando aún más al pacto amazónico.
Respecto a los temas de carácter científico y técnico propuestos como solución a los problemas de la amazonia internacional, una cantidad importante de esos temas se repiten en cada una de las reuniones, así como también se agregan nuevos. Al final vemos una acumulación asombrosa de propuestas e iniciativas sin concreción y sin que existan normas y procedimientos que faciliten y regulen su seguimiento y evalúen sus resultados. Se calcula que a la fecha se han recomendado entre propuestas estructuradas y recomendaciones de estudios, (por lo demás, escasamente con visiones estratégicas) una cifra cercana a 140 proyectos, de los cuales aproximadamente un 10% se iniciaron pero se desconoce el destino final y su impacto en la región amazónica.
Durante estos años se crearon las Comisiones Especiales, que eran las responsables de trabajar en los países, las áreas temáticas y promover encuentros sectoriales y darle viabilidad técnica e institucional a los proyectos aprobados. En el camino se constituyeron las Comisiones Especiales de Medio Ambiente, Asuntos Indígenas, Educación, Ciencia y tecnología, Turismo, energía, transporte e infraestructura, y salud. Hoy prácticamente desaparecidas.
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